Cuando nuestro curso Living eMotions (Viviendo emociones) estaba cogiendo ritmo, la pandemia COVID-19 nos obligó a parar bruscamente. Es ahora cuando estamos empezando a recuperar poco a poco la “normalidad”, así entre comillas, porque esa palabra siempre debería ir entrecomillada (sabemos de lo que hablamos). Y es ahora cuando, echando la vista atrás, nos damos cuenta del gran impacto que estas pasadas semanas tendrán en nuestras vidas. Pero nosotros somos expertos en recuperación, esta compañera de vida que es la enfermedad mental nos obliga a levantarnos una y otra vez, y con cada caída aprendemos algo, aunque muchas veces no nos demos cuenta. En esta ocasión nos hemos caído todos a la vez y ese sentimiento de comunidad nos ha ayudado y nos ayuda a sobrellevarlo mejor. Ese sentimiento es el que estaba empezando a nacer también en el grupo Living eMotions, el que nos ha hecho echar de menos estas semanas a los compañeros de sesiones y el que nos provoca un hormigueo en el estómago al pensar que pronto volveremos a reencontrarnos. Tendremos muchas cosas de las que hablar pero, sobre todo, muchas emociones que compartir.
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